Bienaventurado Padre San Francisco,
dirigid compasiva mirada y bendición
desde el excelso trono de vuestra gloria,
y rogad por nosotros
Maravilloso Padre San Francisco,
modelo de la perfección,
que ocupáis en el cielo el lugar más elevado,
velad por vuestros hijos y devotos
y haced que obtengan siempre
las misericordias del Señor con vuestra amable bendición.
Rezar Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
modelo de la perfección,
que ocupáis en el cielo el lugar más elevado,
velad por vuestros hijos y devotos
y haced que obtengan siempre
las misericordias del Señor con vuestra amable bendición.
Rezar Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
El Señor te bendiga y te guarde. +
El Señor te muestre su rostro y tenga misericordia de ti. +
Vuelva el Señor su rostro hacia ti y te conceda la paz. +
El Señor bendiga + este su siervo.
Así sea.
El Señor te muestre su rostro y tenga misericordia de ti. +
Vuelva el Señor su rostro hacia ti y te conceda la paz. +
El Señor bendiga + este su siervo.
Así sea.
Con esta bendición acostumbraba el Santo Padre san Francisco de Asís a bendecir a todos, y con ella bendijo a fray León, su compañero, librándole de todo el mal que le aquejaba. Se exhorta a todos a llevar consigo esta bendición, porque se sabe por experiencia que es maravillosísima contra los demonios y espíritus malignos, tentaciones, asechanzas de enemigos o malas personas, desgracias, tempestades, incendios, accidentes, muertes repentinas, y contra otros males y peligros.
Se puede colocar en la casa, en el trabajo o negocio u otros lugares que se desean estén protegidos, o llevar guardada para protección personal.
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