ACTO DE CONFIANZA A JESUS
Y SU SAGRADO CORAZÓN
Y SU SAGRADO CORAZÓN
"Dios mío, estoy tan persuadido
de que velas sobre todos los que en ti esperan
y de que nada puede faltar
a quien de ti aguarda todas las cosas,
que he resuelto vivir en adelante sin cuidado alguno,
descargando sobre ti todas mis inquietudes.
porque Tú, solo Tú has asegurado mi esperanza.
Los hombres pueden despojarme
de los bienes y de la reputación;
las enfermedades pueden quitarme las fuerzas
y los medios de servirte;
yo mismo puedo perder tu gracia por el pecado;
pero no perderé mi esperanza;
la conservaré hasta el último instante de mi vida
y serán inútiles todos los esfuerzos
de los demonios del infierno para arrancármela.
Dormiré y descansaré en paz.
Que otros esperen su felicidad
de su riqueza o de sus talentos;
que se apoyen sobre la inocencia de su vida,
o sobre el rigor de su penitencia,
o sobre el número de sus buenas obras,
o sobre el fervor de sus oraciones.
En cuanto a mí, Señor,
toda mi confianza es mi confianza misma.
Porque Tú Señor, sólo Tú, has asegurado mi esperanza.
A nadie engañó esta confianza.
Ninguno de los que han esperado en el Señor,
ha quedado frustrado en su confianza.
Por tanto, estoy seguro de que seré eternamente feliz,
porque firmemente espero serlo
y porque de ti, Dios mío, es de quien lo espero.
En ti esperaré, Señor, y jamás seré confundido.
Bien conozco, y demasiado lo conozco,
que soy frágil e inconstante;
sé cuánto pueden las tentaciones contra la virtud más firme;
he visto caer los astros del cielo
y las columnas del firmamento;
pero nada de esto puede aterrarme.
Mientras mantenga firme mi esperanza,
me conservaré a cubierto de todas las calamidades;
y estoy seguro de esperar siempre,
porque espero igualmente esta invariable esperanza.
En fin, estoy seguro de que no puedo esperar con exceso de ti
y de que conseguiré todo lo que hubiere esperado de ti.
Así, espero que me sostendrás
en las más rápidas y resbaladizas pendientes,
que me fortalecerás contra los más violentos asaltos
y que harás triunfar mi flaqueza
sobre mis más formidables enemigos.
Espero que me amaras siempre
y que yo te amaré sin interrupción;
y para llegar de una vez con toda mi esperanza
tan lejos como puede llegarse,
te espero a ti mismo,
Creador mío,
para el tiempo y para la eternidad".
Así sea.
Pedir confiando plenamente en el Sagrado Corazón de Jesús,
lo que se necesita obtener.
Rezar el Credo, Padrenuestro y Gloria.
lo que se necesita obtener.
Rezar el Credo, Padrenuestro y Gloria.
Oración compuesta por san Claudio de la Colombiére
(1641-1682).
Seguidor, apóstol y propagador
de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
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