Prodigioso y milagrosísimo Santo Niño de Atocha,
¡oh bendito Niño triunfante!
¡Oh mi siempre amado Niño poderoso!
Tú que eres del mundo encanto y alegría,
sé siempre mi refugio, mi protector y guía;
con tu dulzura llena mi corazón
en los fallos concédeme tu perdón,
en los sufrimientos tu auxilio y favor
y en los desasosiegos dame tu comprensión.
Tú, tiernísimo Niño de Atocha,
que atento estás en las dificultades que padecemos,
Tú que eres quien nos consuelas en ellas,
y las vuelves todas gozos y bienes,
mira hacia mí con cariño y generosidad
ven a mí que tan necesitado estoy de ti,
cúbreme con tu justicia, tu verdad y tu bondad,
presérvame de todos los males y peligros,
y dame salud, fortaleza y ayuda para salir adelante,
pues eres mi consuelo y mi esperanza,
y todo mi ser y mis pesares,
dependen de Ti, amado Niño.
Oh milagrosísimo Niño de Atocha,
Tú que siempre estas con los brazos abiertos
para recibir a todo el que llegue atribulado y lleno de aflicción
acógeme con tu divino y majestuoso poder,
y con tus milagrosas manitas lléname de tus bendiciones.
Amadísimo Niño, escucha mis angustiosas suplicas,
no me arrojes de tu presencia,
no me retires de tu Divino Espíritu,
no me dejes sin recibir tu misericordioso socorro
pues bien sabes las necesidades y problemas
que me rodean en esta ocasión,
por ello a Ti, purísimo Niño, te pido remedio,
te pido un milagro para solucionar lo que tanto me oprime:
(decir con muchísima fe lo que se desea conseguir)
Apresúrate poderosísimo Niño de Atocha,
apiádate de mí, benignísimo Niño de Atocha,
en ti confío para encontrar la tranquilidad que ansío,
de tu indulgencia depende mi felicidad y la de los míos,
por Ti espero alcanzar lo que desesperadamente necesito.
Niño santísimo de Atocha, amantísimo Jesús ,
te alabo, te bendigo y te doy gracias,
y te ruego, no apartes de mi tu Santo Rostro,
fija en mi, esos tus hermosísimos ojos,
y asegura que yo pueda vivir
la dulzura de tus divinas enseñanzas
para poder gozar de tu amable compañía
en la celestial mansión de la Gloria.
Amén.
Amén.
Rezar el Credo, Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
La oración, junto a los rezos se hacen tres días seguidos.
La oración, junto a los rezos se hacen tres días seguidos.
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