Cántico de San Ananías, San Azarías y San Misael compañeros de san Azarías y del profeta Daniel.
Por no renunciar a su fe y negarse a adorar un ídolo de oro, son condenados los tres jóvenes por el monarca Nabucodonosor II a sufrir martirio y, en castigo, son arrojados a un horno ardiente. Cuando están en el fuego, ellos no dudan de la misericordia Divina y ponen toda su confianza en Dios y lo bendicen y alaban con sus cantos. Y el Padre Todopoderoso y Misericordioso escuchó sus suplicas y les ayudó en sus sufrimientos enviándoles un ángel, seguramente el Arcángel san Miguel, y así salieron ilesos del fuego:
(Daniel 3, 49-51)
”Pero el ángel del Señor bajó al horno
junto a Azarías y sus compañeros,
empujó fuera del horno la llama de fuego,
y les sopló, en medio del horno,
como un frescor de brisa y de rocío,
de suerte que el fuego nos los tocó siquiera
ni les causó dolor ni molestia.
”Pero el ángel del Señor bajó al horno
junto a Azarías y sus compañeros,
empujó fuera del horno la llama de fuego,
y les sopló, en medio del horno,
como un frescor de brisa y de rocío,
de suerte que el fuego nos los tocó siquiera
ni les causó dolor ni molestia.
Entonces los tres, a coro, se pusieron a cantar,
glorificando y bendiciendo a Dios dentro del horno,
y diciendo (Daniel 3,52-90) :
CÁNTICO DE ALABANZA Y BENDICIÓN
Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres:
a ti gloria y alabanza por los siglos.
a ti gloria y alabanza por los siglos.
Bendito tu nombre, santo y glorioso:
a él gloria y alabanza por los siglos.
Bendito eres en el templo de tu santa gloria:
a ti gloria y alabanza por los siglos.
Bendito eres sobre el trono de tu reino:
a ti gloria y alabanza por los siglos.
Bendito eres tú, que sentado sobre querubines
sondeas los abismos:
a ti gloria y alabanza por los siglos.
Bendito eres en la bóveda del cielo:
a ti honor y alabanza por los siglos.
Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor;
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías, Misael, bendecid al Señor,
cantadle, exaltadle eternamente.
Porque Él nos ha arrancado del infierno,
nos ha salvado de la mano del la muerte,
nos ha sacado del horno de llama abrasadora,
nos ha rescatado de en medio de la llama.
Dad gracias al Señor, porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Todos los que veneráis al Señor,
bendecid al Dios de los de los dioses,
cantadle, dadle gracias,
porque es eterna su misericordia".
Así sea.
ORACIÓN DE PETICIÓN
"Que la creación entera alabe al Señor".
Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo
ensalcémoslos con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.
Dios todopoderoso y eterno,
que nos amas verdadera e infinitamente cada instante,
Tú que, de una u otra forma,
siempre nos concedes con tu bondad ayuda
ven en nuestro auxilio y concédenos:
(pedir el favor especial que se desea conseguir).
Padre Celestial ampáranos con tu gracia
derrama tu Amor Santo en nuestra vida diaria,
en nuestras necesidades y adversidades
para que te alabemos con cada una de nuestras acciones.
Bendito seas, Señor, que vives por siempre.
Así sea.
Rezar el Credo y Gloria.
No hay comentarios