TERCER DOMINGO DE ADVIENTO
(Antes de empezar se enciende la PRIMERA Y SEGUNDA VELA).
“En aquellos días,
María se puso en camino a un pueblo de Judea,
a casa de Zacarías e Isabel”
(Lc 1,39)
Que el Dios de la paz os santifique plenamente,
y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo
con todo lo que os pertenece
sea conservado irreprochablemente
para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
El que os ha llamado es fiel y cumplirá su palabra"
(l Tes 5,23-24).
Palabra de Dios.
Te alabamos Señor.
En las tinieblas se encendió una luz,
en el desierto clamó una voz.
(encender la TERCERA VELA,
(Antes de empezar se enciende la PRIMERA Y SEGUNDA VELA).
“En aquellos días,
María se puso en camino a un pueblo de Judea,
a casa de Zacarías e Isabel”
(Lc 1,39)
Que el Dios de la paz os santifique plenamente,
y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo
con todo lo que os pertenece
sea conservado irreprochablemente
para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
El que os ha llamado es fiel y cumplirá su palabra"
(l Tes 5,23-24).
Palabra de Dios.
Te alabamos Señor.
En las tinieblas se encendió una luz,
en el desierto clamó una voz.
(encender la TERCERA VELA,
correspondiente al TERCER DOMINGO,
si se han puesto tres moradas y una rosa,
en este domingo se prende la rosada)
Se anuncia la buena noticia:
¡El Señor va a llegar!
¡Preparen sus caminos, porque ya se acerca!
Adornen su alma
como una novia se engalana el día de su boda.
¡Ya llega el mensajero!
Juan Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz.
Cuando encendemos estas tres velas
cada uno de nosotros quiere ser:
antorcha tuya para que brilles,
llama para que calientes,
lámpara para que comuniques la verdadera alegría.
¡Ven, Señor, ven pronto a salvarnos,
envuélvenos en tu luz,
aliéntanos en tu amor,
irradia a través de nosotros tu paz!
Unidos en una sola voz digamos:
Padre nuestro que estás en los cielos…
Ven, Señor,
haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.
si se han puesto tres moradas y una rosa,
en este domingo se prende la rosada)
Se anuncia la buena noticia:
¡El Señor va a llegar!
¡Preparen sus caminos, porque ya se acerca!
Adornen su alma
como una novia se engalana el día de su boda.
¡Ya llega el mensajero!
Juan Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz.
Cuando encendemos estas tres velas
cada uno de nosotros quiere ser:
antorcha tuya para que brilles,
llama para que calientes,
lámpara para que comuniques la verdadera alegría.
¡Ven, Señor, ven pronto a salvarnos,
envuélvenos en tu luz,
aliéntanos en tu amor,
irradia a través de nosotros tu paz!
Unidos en una sola voz digamos:
Padre nuestro que estás en los cielos…
Ven, Señor,
haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.
Y seremos salvados.
Amén.
OREMOS
Los que soñáis y esperáis la buena nueva,
abrid las puertas al Niño, que está muy cerca.
El Señor cerca está; Él viene con la paz.
El Señor cerca está; Él trae la verdad.
Preparemos los caminos ya se acerca el Salvador
y salgamos, peregrinos, al encuentro del Señor.
Ven, Señor, a libertarnos, ven, tu pueblo a redimir;
purifica nuestras vida y no tardes en venir.
El rocío de los cielos sobre el mundo va a caer,
el Mesías prometido, hecho niño, va a nacer.
De los montes la dulzura, de los ríos leche y miel,
de la noche será aurora la venida de Emmanuel.
Te esperamos anhelantes ya sabemos que vendrás;
deseamos ver tu rostro y que vengas a reinar.
Consolaos y alegraos, desterrados de Sión,
que ya viene, ya está cerca,
Él es nuestra salvación.
ORACIÓN FINAL:
abrid las puertas al Niño, que está muy cerca.
El Señor cerca está; Él viene con la paz.
El Señor cerca está; Él trae la verdad.
Preparemos los caminos ya se acerca el Salvador
y salgamos, peregrinos, al encuentro del Señor.
Ven, Señor, a libertarnos, ven, tu pueblo a redimir;
purifica nuestras vida y no tardes en venir.
El rocío de los cielos sobre el mundo va a caer,
el Mesías prometido, hecho niño, va a nacer.
De los montes la dulzura, de los ríos leche y miel,
de la noche será aurora la venida de Emmanuel.
Te esperamos anhelantes ya sabemos que vendrás;
deseamos ver tu rostro y que vengas a reinar.
Consolaos y alegraos, desterrados de Sión,
que ya viene, ya está cerca,
Él es nuestra salvación.
ORACIÓN FINAL:
Señor nuestro,
que cada año revives en nosotros
la esperanza de la salvación,
haz que así como ahora,
llenos de alegría estamos preparando
la venida de tu Hijo Jesús,
como Redentor de los hombres,
así también, cuando venga como Juez,
lo podamos recibir llenos de confianza y júbilo.
que cada año revives en nosotros
la esperanza de la salvación,
haz que así como ahora,
llenos de alegría estamos preparando
la venida de tu Hijo Jesús,
como Redentor de los hombres,
así también, cuando venga como Juez,
lo podamos recibir llenos de confianza y júbilo.
Por el mismo Cristo, nuestro Señor.
Amén.
Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.
Se hacen las peticiones y se apagan las tres velas.
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