Virgen de Regla,
Majestuosa, Preciosa y Divina,
Reina y Señora nuestra.
Majestuosa, Preciosa y Divina,
Reina y Señora nuestra.
Omnipotente y Eterna Madre Universal,
poderoso principio, génesis de la vida toda.
Dueña de los tesoros del mundo.
soberana en tus dominios del Mar.
Por ti fuimos, somos y seremos.
Tú que tienes el corazón lleno de tesoros,
y siempre abierto al perdón y comprensión de tus hijos,
y siempre abierto al perdón y comprensión de tus hijos,
tú que sirves de guía y luz
en el mar borrascoso de la vida,
tú que la naturaleza concebiste,
Ante ti, oh Madre tierna y comprensiva,
llego humildemente y con dolor de corazón,
y rendido a tus pies pido tu asistencia y mediación
para solucionar esta necesidad urgente
que me agobia grandemente
y me causa intranquilidad y angustia:
(pedir lo que se necesita conseguir con mucha, mucha fe).
Te ruego Madre, no desoigas mi solicitud,
pues son muchas las necesidades económicas
que en estos momentos me afligen
y temo no poder resolverlas sin tu ayuda e intercesión.
y temo no poder resolverlas sin tu ayuda e intercesión.
Tu que eres Madre Universal,
apiádate de tu siervo, de tu hijo,
que por falta de ingresos suficientes,
no puede mantener a su familia,
y darles el sustento diario
y cubrir con holgura su básicas necesidades.
Te suplico que mejores nuestra economía,
proporcionándonos trabajo digno y bien remunerado,
que cuides de nuestra salud física
para poder llevarlo a cabo,
también que veles por nuestra salud espiritual,
y que nos mantengas unidos
en perfecta armonía familiar.
Soberana del mar,
yo prometo agradarte con mis oraciones y agradecimientos
y con ofrendas de velas y flores, que sé, son de tu agrado.
Madre protectora, ampáranos bajo tu manto
y líbranos de los peligros que a diario nos acechan,
aléjanos de los enemigos que nos persiguen,
y guárdanos de los males y desgracias que nos rodean.
Sé que mi deseo será atendido
pues tu inmenso corazón de Madre
tiene suficiente amor y caridad para socorrernos;
también te pido que me bendigas y abras mis caminos,
que seas el faro luminoso que me guíe
para poder llegar a puerto seguro.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Rezar la Salve, tres Avemarías, Padrenuestro y Gloria.
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