San Judas Tadeo es uno de los santos más invocados. Despierta una gran y viva devoción en la piedad popular ya que los milagros realizados por su intercesión se cuentan por millones. Es aclamado por todo el mundo porque solícitamente responde cuando con gran fe se solicita su ayuda, son innumerables los favores y gracias celestiales que se consiguen de la misericordia y bondad de Dios a través de este poderoso santo.
Dios ha concedido al glorioso San Judas Tadeo poderes extraordinarios de intervención en el Trono de Su Misericordia.
Las oraciones dirigidas a este santo apóstol son especialmente bienvenidas en el corazón de Jesús.
BREVE BIOGRAFIA
Siglo I. Cana de Galilea.
Apóstol elegido y primo carnal de Jesucristo, descendiente de la estirpe de David. Hijo de Alfeo Cleofás (hermano de san José) y de María de Cleofás (prima hermana de la Virgen María y una de las mujeres presentes en la Crucifixión). Hermano de Santiago el Menor, de José el Justo, de Simón obispo de Jerusalén y de María Salomé (madre de Santiago el Mayor y san Juan Evangelista. Hombre sencillo que dejó su trabajo de agricultor para seguir la Palabra de su primo Jesús. Se le atribuye una Epístola en la que se presenta a sí mismo como “servidor de Jesucristo” y en la que exhorta a los creyentes a luchar con decisión por su fe.
No debe confundirse con Judas Iscariote, que traicionó a Jesús, (en el evangelio según san Mateo y según san Marcos, para distinguirlo, se le llama Taddeo o Lebbeo, apodo que significa hombre valiente de gran corazón, el valeroso).
Llevó el mensaje del Mesías por Asia y África, donde realizó notables y numerosos prodigios en nombre del Señor. Convirtió a infinidad de gente y levantó iglesias para que asistieran a rezar los cristianos, y donde bautizó, confirmó y caso a los cristianos. Sufrió crueles persecuciones por no querer adorar a otros dioses y, junto a su hermano Simón, fue apresado, encarcelado, cruelmente martirizado y sentenciado a muerte, murió decapitado con un hacha (o apedreado o a golpes de maza según distintas versiones). Su cuerpo fue llevado primero a Babilonia y después a Roma. Sus restos se conservan en la Basílica de san Pedro, en el centro de ábside del transepto izquierdo, dedicado a san José, (según otra tradición sus restos se trasladaron a Francia hacia el año 800, a la Basílica de san Saturnino de Tolosa), donde también son venerados por miles de devotos, así como las varias reliquias que existen del santo repartidas por el mundo.
IMAGENES PARTE II
No hay comentarios