Nuestra Señora del Socorro,
Madre que socorres constantemente y en todo lugar
Madre que socorres constantemente y en todo lugar
gracias, porque escuchas siempre
los ruegos de quienes ponen en ti su confianza.
los ruegos de quienes ponen en ti su confianza.
Nos acordamos cuando fuiste, presurosa,
por las montañas de Judá,
por las montañas de Judá,
a prestar ayuda a tu prima santa Isabel.
Al pie de la cruz,
Jesús te confió a todos los hombres como hijos tuyos,
y nos adoptaste, como verdadera Madre.
Santísima virgen María,
Reina del mundo y Señora de todo lo creado
escucha a este hijo que confía en tu misericordia
y recurre a ti con corazón humilde
y con confianza ilimitada en tu poderosa bondad
buscando ayuda en su desconsuelo y desesperanza.
Oh dulce madre mía:
mira mis graves necesidades, mis carencias y agobios,
mira las dificultades que en este momento me afligen,
tiende hacia mi tus mano llenas de bendiciones
y dame pronto remedio para solucionarlas:
(decir lo que se quiere conseguir).
Reina del mundo y Señora de todo lo creado
escucha a este hijo que confía en tu misericordia
y recurre a ti con corazón humilde
y con confianza ilimitada en tu poderosa bondad
buscando ayuda en su desconsuelo y desesperanza.
Oh dulce madre mía:
mira mis graves necesidades, mis carencias y agobios,
mira las dificultades que en este momento me afligen,
tiende hacia mi tus mano llenas de bendiciones
y dame pronto remedio para solucionarlas:
(decir lo que se quiere conseguir).
Te ruego que derrames sobre mi tus insignes favores
y me ayudes en esta desesperada fatalidad;
te pido también por tantos hermanos que sufren necesidad,
y me ayudes en esta desesperada fatalidad;
te pido también por tantos hermanos que sufren necesidad,
acude a ellos con tu gran generosidad a socorrerlos,
y danos a todos tu bendición.
¡Oh Virgencita mía!
eres mi esperanza, mi refugio, mi consuelo
Virgen del Socorro, ruega por mi,
¡seas amada, seas alabada, seas por siempre bendita!,
haz que no pase día alguno de mi vida
sin que te invoque con amor filial.
Amén.
Rezar la Salve, tres Avemarías, Padrenuestro y Gloria.
y danos a todos tu bendición.
¡Oh Virgencita mía!
eres mi esperanza, mi refugio, mi consuelo
Virgen del Socorro, ruega por mi,
¡seas amada, seas alabada, seas por siempre bendita!,
haz que no pase día alguno de mi vida
sin que te invoque con amor filial.
Amén.
Rezar la Salve, tres Avemarías, Padrenuestro y Gloria.
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