Bienaventurado san Felipe Neri,
santo milagroso y patrono de la alegría,
tú que confiaste en la promesa
hechas en las Santas Escrituras,
de que el Señor está siempre, siempre,
y en todo momento,
al alcance de todos nosotros,
al alcance de todos nosotros,
y que no necesitamos tener ansiedad por nada,
te pedimos, en tu compasión y gran bondad:
sana nuestras preocupaciones y tristezas
Venimos a ti con un corazón lleno
de abundante amor a Dios y toda la creación.
En nuestro pesar, te rogamos, sobre todo,
por estas dificultades por las que pasamos,
mira nuestras ruinas, carencias y pobrezas,
nuestras necesidades económicas y laborales,
escucha nuestros desesperados problemas
e intercede, te ruego, ante el trono de Dios
para que seamos favorecidos cuanto antes:
por estas dificultades por las que pasamos,
mira nuestras ruinas, carencias y pobrezas,
nuestras necesidades económicas y laborales,
escucha nuestros desesperados problemas
e intercede, te ruego, ante el trono de Dios
para que seamos favorecidos cuanto antes:
(solicitar con fervor lo que tanto se precisa).
San Felipe afable y compasivo,
concédenos el urgente favor que te pedimos,
y con tu amorosa solicitud
danos protección y amparo contra todo enemigo
y aléjanos de aquello que nos pueda dañar,
danos protección y amparo contra todo enemigo
y aléjanos de aquello que nos pueda dañar,
y haz que el gozo del Espíritu Santo
que llenó tu corazón,
transforme nuestras vidas
y nos conceda la paz y la alegría.
Te lo rogamos por Jesucristo nuestro Señor,
por su amada Madre la Virgen María
y por los dones del Espíritu Santo.
Amén.
Rezar el Credo, la Salve, Padrenuestro,
Avemaría y Gloria.
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