El Magníficat es un cantico o himno de alabanza y acción de gracias que la Santísima Virgen pronunció cuando visitó a su prima santa Isabel.
Este canto mariano quizá no fue compuesto por la Virgen, pero el Evangelista san Lucas le atribuye a Ella esos sentimientos tan amorosos y profundos que con enorme sencillez y fe expresa agradeciendo al Señor haber sido elevada tan alta en sus Planes Divinos.
Este himno probablemente tiene sus orígenes en la comunidad judeocristiana, y en él se ensalza la Misericordia, la Gloria y Poder de Dios Padre, así como el afecto tan intenso que siente por sus hijos los hombres, en especial los pobres, necesitados, oprimidos y humildes, en los que, por Amor Divino, derrama siempre sus Gracias y Dones, los ayuda con total Generosidad y obra Maravillas.
«MAGNÍFICAT» (Lc 1, 46-55)
"Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia,
acordándose de la misericordia,
como lo había prometido a nuestros padres,
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre".
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre".
Magníficat ánima mea Dóminum:
Et exsultávit spíritus meus in Deo, salutári meo.
Quia respéxit humilitátem ancíllae suae:
ecce enim ex hoc beátam me dicent omnes generatiónes.
Quia fecit mihi magna qui potens est:
et sanctum nomen ejus.
Et misericórdia ejus a progénie
in progénies timéntibus eum.
Fecit poténtiam in bráchio suo:
dispérsit supérbos mente cordis sui.
Depósuit poténtes de sede, et exaltávit húmiles.
Esuriéntes implévit bonis: et dívites dimísit inánes.
Suscépit Israël, púerum suum,
recordátus misericórdiae suae.
Sicut locútus est ad patres nostros, Abraham,
et sémini ejus in saécula.
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