¡Oh milagroso san Fidel!,
presbítero y mártir,
presbítero y mártir,
defensor y propagador de la fe católica,
que recibiste la palma del martirio
por abrazar con todo tu amor a nuestro Señor
y predicar sus obras y santas Palabras.
Santo bienaventurado y lleno de caridad
desde joven dedicado a la oración y al estudio de las leyes,
fiel devoto de María Santísima y la Sagrada Eucaristía,
dotado de irreprochables pureza de costumbres,
que viviste para hacer el bien a los demás:
San Fidel hombre bueno y generoso
que dejaste los bienes presentes
por la esperanza en los futuros
y te fuiste a vivir como humilde fraile,
que por tu entrega y servicio
a la defensa de los más necesitados
fuiste llamado el “abogado de los pobres”,
que pidiendo caridad a los más ricos
remediabas la indigencia de los huérfanos y viudas,
que con santa paciencia, entrega y humildad
socorrías a los presos material y espiritualmente,
y que atendías con amorosa solicitud a los enfermos,
lleva nuestras suplicas a la Virgen María
para que interceda ante nuestro Señor
y nos ayude a remediar nuestras necesidades,
nuestros problemas económicos y laborales,
nuestras dificultades con la justicia,
nuestros problemas económicos y laborales,
nuestras dificultades con la justicia,
para que nos conceda esto que con humildad solicitamos:
(hacer aquí la petición).
San Fidel, tú que a tantos necesitados socorriste,
que tantos milagros has obrado,
y que a nadie abandonaste,
obtennos por tu mediación
lo con que con gran fe te pedimos,
y ruégale a la Virgen María y al Señor
que también nos concedan
tu espíritu evangelizador, tu amor, bondad y humildad
para con Dios y con nuestros hermanos
para así poder gozar un día de la Gloria celestial.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Rezar el Credo, la Salve,
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
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